Este no es un blog de ninguna plataforma por la enseñanza pública ni de ningún colectivo movilizado en su defensa, sino una iniciativa personal para reunir información sobre la situación que la enseñanza pública tiene en España y en el mundo, y para reflexionar sobre su pasado, su presente y su futuro. Pienso que si le sirve a uno para acercarse, aunque solo sea mínimamente, a ambos objetivos, quizá otros puedan encontrar en este blog un espacio útil o al menos no completamente innecesario. Ha nacido al calor de las movilizaciones del curso 2011-2012, pero con voluntad de supervivencia. La misma que anima a la enseñanza pública.

lunes, 24 de octubre de 2011

ISAAC ROSA: "LA TIJERA QUE NO CESA"

PÚBLICO, 24-10-2011

Vaya temporadita llevamos de densidad informativa: entre crisis, recortes, euro, protestas de profesores y médicos, 15-M, 15-O, 20-N…, no hay un día que afloje. En los periódicos hace meses que no cabe nada por debajo de esos niveles de intensidad, y a menudo los columnistas nos debatimos entre dos o tres grandes temas, todos relevantes, graves y hasta “históricos”. El clímax llegó el jueves, cuando tuvimos que reescribir dos veces: yo empecé la mañana con Grecia, rectifiqué a mediodía con Gadafi, y llegué a la cena con ETA. De ahí que, subidos a la montaña rusa, no quede tiempo para noticias “pequeñas”, que son todas aquellas que no alcanzan la gravedad de lo mencionado. 

Un ejemplo, entre muchos: la Comunidad de Madrid acaba de suprimir, de un día para otro, las actividades en las bibliotecas: talleres, clubes de lectura, cuentacuentos, visitas escolares… Todo cancelado. Miles de usuarios, sobre todo niños, sin actividades; y un puñado de monitores sin trabajo. La justificación, sobra decirla: “ajuste presupuestario”. 

Ya, ya sé lo que me van a decir algunos: “no me vengas con cuentacuentos mientras están metiendo mano a la educación o la sanidad; mejor sacrificar eso antes que cosas más vitales.” Vale, de acuerdo: nadie discute que, en un orden de prioridades, la animación a la lectura o los juegos para niños no están en lo más alto. 

Pero suceden varias cosas: primero, que recortar en bibliotecas no evita que lo hagan también en otras partidas, pues la tijera no descansa. Segundo, que los recortes en cultura también nos empobrecen. Y tercero, que si damos por bueno el discurso de la tijera, una vez asumido éste lo demás ya es cuestión de grado: si tras las actividades viene la compra de libros seguirá sin ser tan grave; y si luego reducen horarios y plantilla en las bibliotecas, aún no estaremos tocando las cosas de comer; y si al final las privatizan o directamente las cierran, siempre sería mejor que cerrar hospitales. 

Y es que a fuerza de tijera, entre grandes desgarrones y pequeñas magulladuras, nos va a quedar el país hecho unos zorros. 

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