Este no es un blog de ninguna plataforma por la enseñanza pública ni de ningún colectivo movilizado en su defensa, sino una iniciativa personal para reunir información sobre la situación que la enseñanza pública tiene en España y en el mundo, y para reflexionar sobre su pasado, su presente y su futuro. Pienso que si le sirve a uno para acercarse, aunque solo sea mínimamente, a ambos objetivos, quizá otros puedan encontrar en este blog un espacio útil o al menos no completamente innecesario. Ha nacido al calor de las movilizaciones del curso 2011-2012, pero con voluntad de supervivencia. La misma que anima a la enseñanza pública.

jueves, 20 de octubre de 2011

LAURA VARGAS: "DE LA EDUCACIÓN COMO IDEAL DE PROGRESO A LA EDUCACIÓN COMO IDEAL DE NEGOCIO"


DIARIO PROGRESISTA, 18-10-2011

Dicen los teóricos de la educación que la escuela pública, tal y como ahora la conocemos, es uno de los actos de mayor imaginación que ha podido pergeñar la modernidad.

Es en esta época historia cuando se construye una sólida alianza con la escolarización basada en un principio rector: La Razón.

Es en esta época cuando se pasa de un orden recibido (orden de tipo divino) a un orden producido por los hombres. Y en esta construcción, la escuela posee un papel fundamental.

Es ella la depositaria del ideal de progreso. Es ella la depositaria de toda la ilusión de una época en donde emergen los hombres como sujetos pensantes (sujetos cartesianos), regidos por la razón y en la búsqueda de expandir esa razón.

Y es la educación la encargada de construir el bienestar general. El bienestar colectivo, con una misión muy clara de función social.

Es en esta época también cuando emergen o se constituyen los sistemas educativos. Cuando se siente la necesidad de organizar, regular, legislar, esta nueva emergencia. Es cuando se pasa a hablar de la educación como una práctica de gubernamentalidad , cuando la educación deja de ser un problema individual (para unos pocos) para ser un fenómeno social, creador de conciencia social. Y por ende, de un nuevo orden social, de un nuevo modelo de sociedad.

Esta escuela de la que hablamos fue el instrumento elegido, construido por la modernidad y regulado por ella para incorporar en la población valores como progreso, igualdad, fraternidad, solidaridad, esfuerzo personal, valoración por el conocimiento (el método científico es también de esta época, por la necesidad imperiosa de evidencias a través de de rigor y método).

Poco a poco, los Estados de Bienestar que devienen en Europa, se construyen en el seno de este tipo de educación, como consecuencia lógica, tratando de paliar las desigualdades materiales con la igualdad política e incorporando derechos sociales a los derechos civiles y políticos.

Y es aquí, en este contexto de políticas de un Estado de Bienestar, cuando el bienestar del ciudadano se convierte en una cuestión de Estado. Y la educación de calidad, que posibilite el acceso a todos y todas a una igualdad real de oportunidades es también una cuestión de Estado.

Ergo, por seguir con un pensamiento de tipo cartesiano, el ataque y desmantelamiento de ese acceso a la igualdad de oportunidades, a esa calidad en la educación, es también una cuestión de Estado. De otro tipo de Estado. Muy alejado del Estado de Bienestar en el cual, como venimos viendo, se imbrica esta educación que potencia el progreso.

Y pretenden que la educación deje de ser un fenómeno social, identitario de una sociedad, para pasar a ser, como en épocas anteriores (y más oscuras) una cuestión individual. No de orden social, sino de orden particular.

Lo que se ataca, entonces, es un modelo educativo base y sustento de un tipo de sociedad fundada en la solidaridad, progreso, equidad e igualdad de oportunidades, que favorece la cohesión social y que permite, a su vez, la movilidad social. Y eso es lo que quieren desmantelar.

Porque es la educación la que contribuye al crecimiento económico y el desarrollo social de una sociedad.

Porque es la educación la que permite que las mujeres se integren al trabajo productivo.

Porque es la educación la que permite forjar ciudadanos críticos para una sociedad mejor.

Porque es la educación la que permite el cambio social.

Y el Gobierno del PP no quiere ni le interesa que todos y todas tengamos acceso a ese modelo de educación.

Lo que le interesa al Gobierno del PP es vaciar las arcas públicas y disminuir el gasto público y por eso que se les hace “regalos fiscales” a las familias que llevan sus hijos a la escuela privada y a la privada/concertada al mismo tiempo que se dice que no hay dinero en la pública.

Lo que le interesa al Gobierno del PP, por ejemplo, es salvaguardar el negocio de unos amigos que han construido colegios privados/concertados y ahora no ven llenas sus aulas. Y es por eso que se conciertan aulas con 6 y 10 niños mientras que en la pública las ratios superan, en muchos casos, a los 38 niños en Bachillerato.

Lo que pretende el Gobierno del PP es, en definitiva, deteriorar la enseñanza pública, arrasarla hasta el punto de que quede sólo como un acto testimonial o, en su defecto, de beneficencia, perdiendo la educación su categoría de bien público para pasar a ser un bien privado, financiable por el cliente (que no usuario) y en la medida de sus posibilidades; colaborando a la reificación de la sociedad en segmentos desiguales que genere cada vez más desafiliación social y, a su vez, fortalecer el sistema privado/concertado y el privado, con el argumentos como el bien individual, la libertad de elección y también de tipo económico tales como que la gestión privada es más eficiente y eficaz.

Pretenden, y lo han dicho muy claro, otro modelo de sociedad basado en otro modelo de “bienestar”, no garantizado para todas y todos por el Estado, en igualdad de oportunidades y de acceso a esas oportunidades, que es el modelo que garantiza equidad, progreso a la sociedad, redistribución del conocimiento y de la riqueza, acceso a la igualdad de oportunidades; sino “garantizado” por los empresarios y las empresas, dicho de otra manera, una sociedad al servicio de la empresa.

Entonces hablemos claro. No se trata de una política de recortes por una pretendida austeridad de gasto público. Se trata de recortes de derechos. De recortes de conquistas sociales. De políticas de fragmentación y de desafiliación social. Se trata de un desahucio a la escuela pública. Y nos lo están anunciando.

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