LA JORNADA (MÉJICO), 8-10-2011
Sorprende cómo actúa el
capitalismo bajo presión. En medio de una de sus crisis más profundas, la tarea
de salvar empresarios, bancos y especuladores se torna difícil, y deben poner
en funcionamiento toda su inventiva para mantenerlos a flote. En un acto de
impudicia, para justificar la disminución de recursos públicos en educación y
sanidad, ya no hablan de recortes presupuestarios, eufemísticamente los tildan
de reordenación del gasto públicoo reasignación de partidas
presupuestarias para equilibrar el déficit fiscal. Con estos conceptos encubren
su verdadero objetivo, desmantelar servicios sociales esenciales como
educación, sanidad, electricidad, agua y transportes y privatizarlos.
El impacto de tales medidas sobre
las clases trabajadoras y la sociedad en su conjunto es desolador, deterioro de
la calidad de vida y un retroceso democrático, sin precedentes en la historia
del capitalismo. Las desigualdades se profundizan, aumentando la pobreza y la
exclusión social. La diferencia entre ciudadanos se acrecienta. El acceso a
bienes y servicios acaba por dibujar el mapa de la pobreza y la riqueza según
donde se viva. En un estudio publicado por La Jornada(2005), Agua,
sus autoras, Laura Poy y Mariana Norandi, señalaban que: En asentamientos
urbanos como Iztapalapa, cada persona (que cuenta con servicio de agua) utiliza
28 litros diarios; en los sectores medios, como la delegación Benito Juárez, va
de 275 a 410 litros, y en zonas de máximos ingresos, como en las Lomas de
Chapultepec, es de 800 mil litros por día. No es necesario apostillar. Pero
podemos extrapolar los resultados al conjunto de infraestructuras, número de
colegios, centros de salud, polideportivos, o acceso a la electricidad. Lo
dicho para México, es válido para todos los países donde impera la lógica del
capitalismo, sólo cambian las condiciones y el contexto.
En la mente de los reformadores
existe una obsesión, la crisis fiscal es producto del despilfarro, lo cual se
une al argumento de la siempre mala gestión pública en la administración de los
recursos. Así, en un alarde de eficiencia y racionalidad se lanza el discurso
de hacer más y mejor con menos. Así, las partidas preferidas para iniciar el
camino hacia el déficit cero y la recuperación suelen, por extrañas
circunstancias, ser aquellas que se consideran sobredimensionadas
presupuestariamente, educación, sanidad y servicios sociales. Ellos defienden
una visión asistencial de la políticas sociales, correctoras de los déficit del
mercado, pero no generadoras de igualdad, justicia social y reasignación
democrática de los recursos. Razón de peso para no plantearse, por ejemplo,
subir impuestos, perseguir el fraude fiscal o el lavado de dinero, ni congelar
los presupuestos militares durante un lustro. En España, por ejemplo, el
programa de modernización militar contempla la compra de 27 aviones Airbus
A400M que entrarían en servicio en 2015; del helicóptero NH90 a partir de 2012
con un total de 48 unidades para el ejército de tierra, 28 para la Armada y
otros tantos para el ejército del aire, activos todos en 2018 y para no ser
menos, la adquisición de 232 misiles Meteor aire-aire, entre los años 1013 y
2016 para equipar sus Eurofighter Typhoon del ejército del aire. Lo dicho, no
excluye el programa de modernización del parque en el ejército de tierra y la
marina. Asimismo, los sueldos y salarios en las fuerzas armadas y policía no
han sido congelados, teniendo un reajuste en función del incremento del nivel
de vida interanual. Mientras, los restantes mortales, trabajadores, públicos y
privados, sufren una rebaja en sus nóminas para así paliar la orgía de burbuja
financiera de los bancos.
Misterios de la vida, la clase
política, mira hacia otro lado y no le tiembla la mano para recortar en
educación. Sus explicaciones son esquizofrénicas. Hoy, señalan, a pesar de ser
la educación un factor de cohesión social, democracia y creadora de valores
ciudadanos, no hay dinero público para invertir en su desarrollo, mejor
traspasar esta labor a la empresa privada, quien siempre dispuesta a colaborar
con el desarrollo educativo de la nación, asumirá esta labor de
manera desinteresada. Así, el Estado se desentiende del proyecto
educativo, renunciado a una enseñanza pública de calidad, universal, laica y
gratuita. En pleno delirio febril, en Madrid, su comunidad autónoma, hace
entrega de los escasos recursos públicos que dice tener a la empresa privada
que actúa en el sector educativo, transformando la enseñanza en un mercado,
siendo indiferente el matiz laico o religioso de sus impulsores. Hoy, emergen
como setas universidades, colegios e institutos privados que en connivencia con
los bancos, convertidos en los mecenas de la educación, financian estudios
universitarios y de posgrado a quienes no pueden costearse su itinerario
académico. sin ánimo de lucro, lo hacen otorgando prestamos a un
interésrazonable. La aplicación del modelo en Chile y España atestigua su
fracaso con la huelga de estudiantes y las manifestaciones de profesores en
Madrid, Navarra, Castilla La Mancha o Cataluña.
Lucía Figar, consejera de
educación de la Comunidad de Madrid, defensora de esta alternativa, no se
ruboriza cuando afirma que: para ampliar los espacios de libertad y
aumentar las libertades educativas en nuestra región... hemos elegido mejorar
el panorama de la educación en centros de gestión privada con fondos
públicos... Estos centros están sostenidos con el dinero público, pero tienen
gestión privada y por tanto titularidad privada y son gestionados de modo
privado. ¿Cuál ha sido el resultado? La relación entre educación pública y
privada en Madrid ha sufrido un vuelco, 48 por ciento está en manos de la
empresa privada y la concertada. Quince años atrás no superaban 30 por ciento
de la oferta educativa. La entrega del dinero público a empresarios y
especuladores de la educación ha conllevado el deterioro del sistema educativo
público. Una ingeniosa frase del 15-M pone el dedo en la herida:Zapatero no
habla inglés, Mariano Rajoy no entiende su letra, y la presidenta de la
Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, escribe cartas a los profesores con
faltas de ortografía, pero no importa, se recorta en educación. Y todo lo
expresado es absolutamente cierto. Para muestra, la Comunidad de Madrid ha
decidido rebajar 3 por ciento los fondos destinados a educación, 225 millones
de euros, pero mantiene, para publicidad institucional, la cantidad de 115
millones. Sin comentarios.
MARCOS REITMAN es profesor de la Universidad Complutense de Madrid y autor de numerosas obras
MARCOS REITMAN es profesor de la Universidad Complutense de Madrid y autor de numerosas obras
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