Este no es un blog de ninguna plataforma por la enseñanza pública ni de ningún colectivo movilizado en su defensa, sino una iniciativa personal para reunir información sobre la situación que la enseñanza pública tiene en España y en el mundo, y para reflexionar sobre su pasado, su presente y su futuro. Pienso que si le sirve a uno para acercarse, aunque solo sea mínimamente, a ambos objetivos, quizá otros puedan encontrar en este blog un espacio útil o al menos no completamente innecesario. Ha nacido al calor de las movilizaciones del curso 2011-2012, pero con voluntad de supervivencia. La misma que anima a la enseñanza pública.

martes, 17 de julio de 2012

ARTURO GONZÁLEZ: ¿SIRVEN PARA ALGO LAS MANIFESTACIONES?


PÚBLICO, 17-7-2012



Sirven para estar vivos, para demostrarnos que no somos cadáveres. Porque vivir es protestar. Sirven para que el poder sepa fehacientemente que no estamos de acuerdo con su forma de gobernar, sirven para no cantarle el alirón que tanto les gusta, sirven para irritarles, sirven para que no nos gaseen. Sirven contra las agresiones directas sin haberlas merecido, sirven para gritar que no se puede machacar más y siempre a los mismos, sirven para que las rentas altas progubernamentales al menos se asusten. Sirven para ser congruentes con la dignidad. Sirven para demostrar que una urna no es una meta, sirven para demostrar que si queremos somos soberanos. Sirven para despojarnos del miedo, de la angustia y de los prejuicios. Sirven para demostrar que no nos resignamos. Sirven para que nuestros hijos no se avergüencen de nosotros. Sirven para demostrar que son verdugos. Para comprobar que aún somos ciudadanos y no borregos. Sirven para mantener la esperanza, aunque los resultados no sean inmediatos. Sirven para cristalizar el viejo dicho de que la unión hace la fuerza. Sirven para razonar y hacer razonar. Sirven para que la violencia no se desate. Sirven para avergonzarles, para decirles que están prostituidos en su acción política.

Porque una manifestación no es más que una declaración de intenciones, una exigencia de que no nos hinchen más los cojones. Sirven para sentirnos menos impuros. Para demostrarnos que no estamos locos, ni creemos en supercherías ni miserables fanatismos y adhesiones. Sirven para ser críticos. Sirven para hacer saber que somos los nuevos ricos de la democracia. Para demostrar que somos más civilizados que ellos. Sirven para odiar, sí, odiar, a los corruptos de la solidaridad y el latrocinio. Sirven para reflejar que queremos ser gandhis pero podemos ser cheguevaras y aun robespierres, sirven para no ser castillos inexpugnables ni caracoles enrocados, para dejar claro que no somos lobos si no nos obligan, sirven para demostrar que somos más y más que podemos ser. Sirven para ser decentes. Sirven para hacer posible lo imposible. Sirven para hacer realidad la utopía.

Por eso y para eso, hay que acudir a las manifestaciones del jueves 19 en toda España.

¿O alguno de ustedes cree que no sirven para nada?

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