Esta mañana en Madrid, venidos de muchos lugares de España, hemos vuelto a demostrar que somos muchos más de los que dicen que somos, que somos tan pacíficos como siempre y que tenemos más determinación e ilusión que nunca. Ahora solo falta que este mensaje, alto y claro, sea escuchado -seguro que lo han oído- por quienes hasta ahora han demostrado solo tener oídos sordos para nuestras críticas y nuestras demandas, quizá porque esos oídos están embotados por los cantos de sirena del neoliberalismo que en muchas partes del mundo -desde EE.UU. a España- predica que no hay mejor enseñanza pública que la enseñanza difunta y enterrada, que la única enseñanza del futuro es la enseñanza del clasismo y la exclusión social -naturalmente ellos esconden estas desagradables palabras bajo los reconfortantes eufemismos de "libertad de enseñanza" y de "excelencia"- y que hay que hacer más sitio, por si no tuvieran bastante ya, a los grandes mercaderes de la educación.
Bien, esta mañana hemos salido a la calle otra vez y estamos dispuestos a hacerlo muchas veces más. Quizá considerados de uno en uno seamos débiles y estemos bastante cansados, pero la fuerza colectiva y solidaria que nos anima no va a desfallecer fácilmente, porque es la de un elevado ideal: la educación de todos para todos, LA EDUCACIÓN PÚBLICA. Y eso son palabras mayores.
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Felicidades por el montaje todo esto es el maná que necesitamos para seguir hasta el final.
ResponderEliminarAlgún día habrá que hacer una antología de las pancartas y los carteles que han ido apareciendo en las movilizaciones porque muchas han sido un derroche de creatividad.
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